Hace unos días, el 20 de mayo de 2017, me atreví por fin a probar el quidditch, el juego de escobas de Harry Potter. Participé en un torneo solidario organizado por Islamic Relief, dirigido a mujeres sin experiencia en el quidditch.

Es importante aclarar que el quidditch tiene liga profesional en numerosos países, y que los buenos jugadores necesitan horas y horas de entrenamiento. Por eso me gustó la idea de jugar a nivel aficionado, con otras chicas que estuvieran más o menos en la misma situación.

¡Os cuento mi experiencia!

¿Qué es el quidditch?

Para los que no conocéis el universo de Harry Potter, os cuento: el quidditch es el juego por excelencia de los estudiantes de Hogwarts. En los partidos, que se juegan volando sobre una escoba, hay varios jugadores con diferentes papeles:

• Los cazadores tienen que marcar puntos pasando una pelota por el aro del equipo contrario.
• Los guardianes protegen los aros propios para evitar que el equipo contrario anote puntos.
• Los golpeadores tienen que «noquear» a los jugadores contrarios lanzándolos pelotas y obligándolos a retroceder hasta su propio campo.
• Los buscadores tienen que perseguir la «snitch», una pelota con alas que vuela rebelde y es muy difícil de atrapar. Cuando un buscador atrapa la snitch se termina el partido, y su equipo se anota 30 puntos.

En la vida real, también se juega sobre escobas, aunque lógicamente hay que correr en vez de volar. El quidditch resultó ser un juego muy rápido y divertido, que te hace sudar y te obliga a moverte constantemente para cumplir tu función y evitar ser «noqueado».

La snitch no es una pelota voladora, sino un jugador más. Sale corriendo en cuanto da comienzo el partido y puede salirse del campo e ir todo lo lejos que necesite para huir del buscador del equipo contrario.

Mi experiencia probando el quidditch

Como ya he mencionado, el torneo benéfico de quidditch de Islamic Relief fue una experiencia muy divertida. Nunca había jugado y me encantó hacerlo por primera vez en compañía de otras chicas principiantes o novatas absolutas como yo.

Fui golpeadora en el equipo de Gryffindor y, aunque nos eliminaron enseguida, disfruté también mucho viendo a otros equipos jugar.

Os aseguro que repetiré en cuanto pueda, y que engancharé a mis amigos para organizar partidillos improvisados, no profesionales, solo para pasar el rato. ¡Merece la pena!

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