¿Realmente compensa seguir usando redes como Facebook y Twitter para vender productos y servicios de nuestra empresa? ¿Deberíamos cambiar nuestro planteamiento a la hora de vender en Internet? ¿Se ha pinchado la burbuja de las redes sociales?

Boom de cantidad vs. presencia y calidad en redes sociales

Cada vez es más frecuente oír las quejas de los community managers y gestores de contenidos en redes sociales: parece que, mientras se expanden imparables redes como Snapchat, las redes más usadas hace años están perdiendo tirón como herramientas de venta.

Con el boom de Facebook y Twitter, muchas empresas se lanzaron de cabeza al carro del social media, pero parece que cada vez es más difícil obtener los mismos niveles de publicidad, visibilidad y ventas. Los cambios introducidos en los algoritmos están pasando factura y las inversiones económicas necesarias para que nuestro público vea las publicaciones son muy elevadas. Antes bastaba con crear buen contenido; ahora hay que crear buen contenido y (en muchas ocasiones) pagar para promocionarlo.

Quienes seguimos trabajando en el sector después de estos años nos cansamos de decir a los empresarios que no deben obsesionarse; que la cantidad de seguidores casi nunca es sinónimo de calidad. Es decir: ¿de qué nos sirve tener miles de «me gusta» conseguidos a base de comprar publicidad si esos seguidores no comprarán nunca nuestros productos y no nos recomendarán a otros potenciales clientes?

El «boom» del social media ya no es lo que era: desde mi punto de vista, la manera más inteligente de aprovechar el potencial de redes como Facebook es seguir ofreciendo contenido de calidad, dedicado al público que realmente nos interesa (tanto seguidores y clientes actuales como potenciales). Utilicemos las redes sociales como herramienta de comunicación, de buena presencia, de buena imagen. Para eso no es necesario tener un presupuesto elevado… Las empresas que puedan permitirse grandes inversiones podrán viralizar más sus contenidos, pero a pequeña escala sigue siendo interesante apostar por la calidad y no por la cantidad de seguidores.

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