Hace un par de semanas terminé de leer el libro How Advertising Will Heal the World and Your Business porque me había propuesto elaborar una valoración crítica del mismo para la universidad. El autor es Mark Woerde, una de las figuras más importantes del marketing en la actualidad, y cuya propuesta captó mi atención en el congreso El ser creativo.

Mark Woerde, en colaboración con psicólogos dedicados a la investigación, ha encuestado a 24 000 personas de todo el mundo para conocer cuál es el sentido de la vida, qué esperamos de las marcas y qué pueden hacer estas por los consumidores.

Cabría pensar que los resultados de la investigación no aportan nada nuevo porque ya está asumida la necesidad de que las marcas devuelvan a la sociedad parte de los beneficios que obtienen de ella y porque ya muchas empresas enmarcan gran parte de su trabajo atendiendo a la responsabilidad social corporativa.

No obstante, las conclusiones que extrae Mark Woerde de todos los datos obtenidos son alucinantes: Viktor Frankl tenía razón al afirmar que encontrar un sentido en la vida es una necesidad mucho más importante que las «fisiológicas» de las que hablaba Maslow. Obviamente, es necesario recibir alimento para sobrevivir, pero también es necesario, casi al mismo nivel, tener una razón para vivir. El 85% de las personas encuestadas por Woerde afirmaron que tenía mucha importancia vivir una vida llena de significado.

Aún hay más: el 74% afirmaron que ayudar a los demás era una de las acciones con las que sus vida adquirían sentido. Una marca prosocial, por tanto, no se limita a donar un porcentaje de sus ingresos a proyectos de desarrollo social, sino que incorpora el altruismo como valor fundamental de la empresa.

Las enormes cantidades de dinero destinadas cada año al marketing podrían invertirse en grandes proyectos que cambiarían el mundo, y las marcas que llevaran a cabo esta tarea resultarían muy beneficiadas porque los consumidores estarían muy agradecidos: el 64% de los encuestados comprarían productos de marcas prosociales en lugar de los de otras marcas. El porcentaje es más elevado entre los usuarios más activos de las redes sociales.

Termino aquí el post porque sería imposible comprimir tanta información (y tan valiosa) en estas líneas. Yo recomiendo leer el libro, que está disponible para descarga gratuita y legal en la web oficial de Let’s heal! En esta página encontraréis también todas las tablas con los datos de la investigación, banners para dar a conocer la iniciativa y mucha más información.

Puedo asegurar que el libro «me enganchó» tanto como cualquier novela best-seller. A pesar del poco tiempo que tengo al día para leer, lo «devoré» en solo dos días. Y he escrito este post porque quiero ayudar a Woerde en su tarea: él mismo pide que participemos en la difusión utilizando #letsheal en Twitter.

Imagen: banner extraído de la web de Let’s Heal!

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