El año 2018 está todavía «recién estrenado», pero yo ya estoy sacándole el máximo provecho a mi Bullet Journal nuevo. Se trata de un sistema de organización y planificación que, junto con la técnica Pomodoro, ha revolucionado por completo mi productividad y mi creatividad.

Antes de empezar… ¿Qué es un Bullet Journal?

El Bullet Journal es un sistema de organización desarrollado por Ryder Carroll y que se basa únicamente en dos elementos: un cuaderno y un bolígrafo.

Ese cuaderno se utiliza a la vez como libreta de notas, agenda, planificador y diario. Según las necesidades de cada persona, un Bullet Journal puede tener todos esos elementos, o solo uno. Pero Carroll deja muy claro el objetivo: que solo usemos un cuaderno, «analógico» (en papel) para todo.

La idea es olvidarse por completo de los sistemas de organización digitales y abandonar el mal hábito de tener diferentes libretas, varias agendas y hojas sueltas con notas por todas partes.

Nadie explica el sistema mejor que su creador, así que te invito a ver su vídeo explicativo antes de seguir leyendo mis explicaciones.

Como ves, la clave del sistema Bullet Journal es el rapid logging, o la anotación rápida. Usando varios iconos diferentes puedes distinguir rápidamente entre eventos, notas, tareas pendientes, tareas completadas…

Además, para que el sistema funcione necesitas un buen índice que te permita acceder a toda tu información rápidamente. También es fundamental que te tomes en serio el proceso de «migración»: cada mes, revisa las tareas que quedaron pendientes y múdalas a su lugar correspondiente, o bien táchalas si ya no tienen sentido.

¿Cómo estructuro mi Bullet Journal?

En enero de 2017 empecé a usar el sistema Bullet Journal y lo mantuve durante todo el año. En mi ajetreada vida de autónoma, se convirtió rápidamente en una herramienta fundamental. Siempre había usado agenda, pero echaba de menos tener un método donde almacenar las notas y las tareas pendientes sin recurrir a más libretas ni a grandes cantidades de post-it.

Así que mi primer Bullet Journal tenía en esencia estructura de agenda, pero con las secciones añadidas de Carroll: un índice, un future log, una visión global de cada mes…

Después de un año con el método, he batido auténticos records de productividad, organización y creatividad. Sin embargo, he aprendido que muchos elementos del sistema Bullet Journal necesitan una revisión. No significa que estén mal, sino que a mí no me funcionan o no me sirven.

Y lo realmente maravilloso de este sistema es que tú creas, destruyes o reordenas secciones según tus necesidades. Decides lo que quieres apuntar y lo que no, en qué orden, y con qué objetivos.

Hay Bullet Journals minimalistas, otros llenos de dibujos y pegatinas, otros escritos con rotuladores de colores… Los hay profesionales y personales, los hay llenos de tareas pendientes y otros que funcionan más como diarios. Hay tantos Bullet Journals como usuarios 🙂

Yo llevo ya tres semanas usando mi nuevo Bullet Journal y estoy encantada con los cambios que he introducido.

Uno de mis propósitos es dedicar más espacio del cuaderno a escribir sobre mi día a día, como un diario tradicional. Por ello, esta vez he decidido preparar un Bullet Journal solo para los seis primeros meses (de enero a junio de 2018).

De este modo puedo dedicar una página entera a cada día, en lugar de incluir dos días por página como hice el año pasado.

Portada y primeras páginas

Las primeras páginas de mi cuaderno tienen todo tipo de elementos útiles y decorativos: información de contacto por si alguna vez se pierde mi Bullet Journal, frases inspiradoras y mi gran temática del año.

A continuación he incluido varias colecciones útiles para mi desarrollo personal y profesional: libros que quiero leer, temas que quiero estudiar, planificación de temas para mis blogs, etc.

Tampoco faltan el índice ni la clave donde detallo los símbolos que uso para distinguir los diferentes tipos de anotaciones.

No tengo future log ni visión anual

Muchos usuarios del Bullet Journal se enamoran de la visión anual en el sistema, pero yo he descubierto que no me funciona. Como ya he mencionado, soy una persona «de agenda», y cuando hay algún evento o cita me gusta escribirla directamente en la página del día correspondiente.

Por tanto, después de las páginas de introducción paso directamente a la parte de agenda.

¿Qué hay en cada mes?

En la portada de cada mes he pegado un mandala del mandalendar de Hattifant, y justo al lado incluyo la lista de las tareas específicas que debo completar en esos días.

Después, como ya he comentado, dedico una página entera a cada día, y por último incluyo al final una hoja para colorear, un control de hábitos, y cuatro páginas en blanco para anotaciones o colecciones que vaya a necesitar en ese mes.

La gran novedad en mi nuevo Bullet Journal es mi página-resumen del mes, dividida en varios cuadros donde apuntaré:

• Películas y series que he visto.
• Libros que he leído y temas que he estudiado.
• Viajes y excursiones que he hecho durante el mes.
• Peluches nuevos en mi colección.
• Logros para estar orgullosa.

¿Y después de la agenda?

Terminados los seis meses, he dejado espacio para hacer un repaso a todo lo que he avanzado y las cosas que quiero mejorar, tanto a nivel personal como profesional.

Y he destinado una página a un future log un poco especial. En ese apartado anotaré cualquier cosa que corresponda a los siguientes seis meses –es decir, a mi próximo Bullet Journal–, y que después mudaré cuando estrene un cuaderno nuevo.

Estilo y decoración

Mi Bullet Journal es un punto medio entre «básico» y «súper-decorado». Nunca se me ha dado bien dibujar, pero me encanta colorear y me gusta que mi Bullet Journal sea atractivo visualmente.

Por tanto, utilizo pegatinas y cintas washi, pego fotos impresas con mi HP Sprocket, y uso lápices y bolis de colores para resaltar.

——————————————————————————————————————————-