Si eres instructor/a de Body Combat, cardiobox o cualquier otra disciplina del mismo estilo, es muy probable que tengas dificultades para mantener el interés y el esfuerzo de los alumnos durante toda la clase. Además, quizá haya muchos socios en tu gimnasio que no se atreven a asistir a tus clases porque tienen una imagen muy negativa del cardiobox.
Yo soy una de esas frikis del Body Combat y rara vez me he aburrido con las rutinas de trabajo a pesar de que son muy repetitivas. He tenido la suerte de conocer a fantásticos instructores, de los que he aprendido muchos «trucos» para conseguir que mis alumnos trabajen y disfruten al máximo de su entrenamiento.
- Infórmate: si te interesas por las disciplinas en las que se basan tus clases (boxeo, kárate, judo, muay thai, etc.), podrás entender las diferencias de sus planteamientos, tanto a nivel filosófico como de la técnica.
- Vívelo: métete en tu papel de instructor o de entrenador de karatekas, boxeadores y luchadores. Solo así podrás transmitir la energía y la pasión de los golpes y los movimientos, y conseguir que tus alumnos «peleen» de verdad contra enemigos imaginarios.
- Explica la técnica una y otra vez: este tipo de clases pueden ser bombas de destrucción masiva para las articulaciones si no se respetan las exigencias de los movimientos. Repite cada día las instrucciones básicas de protección de codos, rodillas y tobillos y haz hincapié en la importancia de amortiguar bien los saltos. Si tus alumnos conocen estas prácticas y son conscientes de su importancia, mantendrán la concentración durante la clase y disfrutarán más del entrenamiento.
- Grita: muchas artes marciales, como el kárate, trabajan con diferentes tipos de respiraciones, de las cuales una es especialmente fuerte (como un grito) para liberar toda la energía del golpe. Encuentra los «momentos clave» de tus combos de movimientos y pide a tus alumnos que griten para que vivan más la clase, se desahoguen y disfruten.
- Usa vendas y pide a tus alumnos que las usen: las vendas de las manos son un complemento a simple vista inútil o innecesario, pero en realidad nos ayudan a «meternos en el papel» a prevenir algunos dolores de muñeca por despistes tontos o descuido de la técnica, y a golpear con fuerza.
- Conoce la música a la perfección: anticipa los nuevos movimientos antes de que acabe cada bloque, aprovecha los momentos explosivos para los gritos, libera un poco la tensión en los ratos más relajados, etc.
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Reina… me encantan tus posts pues sabes que te leo y ahí estamos trabajando poco a poco juntos, pero este tema no lo voy a comentar como lo siento, pues tuve la suerte de nacer como aquel que dice haciendo karate… creo que está todo dicho.
Bien por tus posts!
¡Tú eres un campeón! Yo no nací haciendo kárate, pero sí lo he vivido desde hace muchos años y creo que mi amor por esa disciplina ha influido muchísimo en mi posterior interés por el Body Combat.
Obviamente, cada instructor tiene sus formas de dar clase y transmitirá su pasión por lo que más le guste del cardiobox o el Body Combat: unos preferirán el muay thai, otros el kárate, otros el kick boxing…