Burocracia y Ciencias de la Desinformación

Burocracia y Ciencias de la Desinformación – Laura Tejerina

Uno de los grandes descubrimientos que hice al llegar a la universidad fue la terrible y descontrolada burocracia necesaria para todo tipo de cuestiones: desde la propia matrícula hasta la solicitud de becas, pasando por los miles de problemas informáticos que te despertarán unas ganas increíbles de subirte por las paredes, como mínimo, una vez al mes.

Es curioso leer el famoso Vuelva usted mañana de Larra y darse cuenta de que, por desgracia, no hemos mejorado nada nuestro sistema. Tenemos poderosas TIC en nuestras manos, así como grandes profesionales de la comunicación, de la informática y de la documentación, pero seguimos siendo incapaces de organizar un sistema eficaz, rápido y mucho más humano del que tenemos ahora. De hecho, me gustaría destacar dos graves problemas que sufrimos en la actualidad y conocer vuestras opiniones al respecto.

Lo primero que quiero señalar es la cuestión de los papeles. Después de todas las becas que he tenido que tramitar, después de tanta actualización de currículum y después de tantos cursos y exámenes de idiomas, estoy harta de que sigan pidiéndome certificados para cualquier trámite administrativo. De hecho, y aunque podría mencionar otras muchas anécdotas que no tienen nada que ver con la universidad, quiero comentaros que mi facultad sigue pidiéndome, año tras año, mis notas de la PAU o un justificante de pago del título de Bachillerato.

Y yo me pregunto cómo habría sido posible llegar a estas alturas de la carrera sin haber aprobado la PAU. Si estoy en este curso, es porque ya me admitieron en su momento (porque cumplía todos los requisitos de acceso a la universidad) ¿Alguien me explica por qué la UCM no sabe sumar 2 + 2? Como diría Ángel Rubio: «Laura, esta sociedad está muy enferma. Tiene una enfermedad que se llama titulitis«.

El segundo problema es que no todos los «nodos» del sistema reciben la misma cantidad de información, ni la reciben al mismo tiempo. Estamos en la era 2.0, en la que se extienden cada vez más las redes sociales en Internet. y, sin embargo, no somos capaces de crear sistemas informáticos actualizados y que mantengan interconectados a todo el personal de la red administrativa. Si consiguiéramos cambiar esta situación y formar a los trabajadores, se evitarían situaciones como la que soportan Astérix y Obélix al enfrentarse a «la casa que enloquece». ¿Por qué en cada ventanilla te ofrecen datos diferentes? ¿Por qué los trámites burocráticos se convierten en un paseo interminable de un despacho a otro para recibir informaciones contradictorias? El vídeo es una excelente crítica a la burocracia:

Ya el primer año de carrera tuve problemas con la matrícula, así que, desesperada y buscando soluciones, decidí acercarme a la facultad. En una de las paredes, vi un cartel escrito a ordenador, en el que un alumno pedía ayuda porque no entendía los cambios que se habían hecho en el sistema de matrícula por Internet, y añadía que ningún funcionario de la facultad había sido capaz de solucionarle los problemas. Debajo de esas líneas, alguien había escrito con un bolígrafo esta frase:

«Bienvenido a Ciencias de la Información, la facultad en la que nunca te informarán de nada«.

Por ello, muchos hablamos de «Ciencias de la Desinformación», aunque hayamos aprendido en clase que ese término sería incorrecto en este caso. Lo pongo aquí como apunte final para evitar que alguno de esos profesores que de verdad enseñan me mate por no tener criterio para usar los distintos términos aprendidos en su asignatura…

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